El Encuentro Anual ha sido, sin duda, uno de los hitos del 2022.
Hemos tenido el privilegio de escuchar el testimonio de personas que viven en sus propias carnes la realidad de la migración forzosa, personas que se han visto obligadas en algún momento de su vida a dejar sus casas, sus familias, sus países, para huir hacia lo desconocido, hacia un supuesto futuro de paz y prosperidad.
También hemos podido conocer de primera mano la experiencia de personas que cada día dedican su vida a la misión de acompañar, servir y defender los derechos de las personas migrantes y refugiadas.