La hospitalidad y la acogida a las personas refugiadas en nuestras ciudades:
Patrocinio Comunitario, en País Vasco, y Casa Mambré, en Sevilla,
son dos buenos ejemplos de comunidades que acogen y acompañan
En estos tiempos de tanta desazón, con la reciente tragedia de las muertes en la valla de Melilla, el terrible hallazgo del camión con migrantes centroamericanos muertos en EEUU, o la persecución a los migrantes venezolanos en países como Chile (Esperanza sin Fronteras), creemos que debemos buscar motivos de esperanza, de hospitalidad, de solidaridad. Queremos que nuestra sociedad sea un espacio de acogida e inclusión para las personas migrantes que se ven forzadas a huir de su tierra y dar así respuesta a esta realidad creciente y dolorosa. Necesitamos crear comunidades de acogida, que acompañen y que generen cambios y procesos a favor de la solidaridad y la inclusión.