Querido Futuro,
Hoy me gustaría pedirte perdón porque durante mucho tiempo callé. Viví en la época de las fronteras. Y callé. Me bañé en las aguas que mas personas se ahogaban del mundo. Y callé.
Querido Futuro,
Hoy me gustaría pedirte perdón porque durante mucho tiempo callé. Viví en la época de las fronteras. Y callé. Me bañé en las aguas que mas personas se ahogaban del mundo. Y callé.
A veces veo gente con cualidades que admiro y no me veo capaz de imitar. Por ejemplo, ¿podría ser tan generoso como mi abuela a base de esfuerzo? Y si perseverara mucho, ¿lograría ser tan solidario como alguno de los misioneros que he conocido? Posiblemente no, pero lo que sí podemos hacer es abonar nuestro corazón para que esa sensibilidad nazca en nosotros con mayor facilidad.