Después de un año y medio viviendo en Venezuela, el país y toda la gente acogedora que conocí se han quedado muy dentro de mí. Mientras más información conozco y leo en España, más incomprendida y desesperada estoy porque esa crisis acabe. Imagino lo que deben sentir la mayoría de venezolanos que emigraron del país y tratan de ayudar desde el extranjero o peor, los que aún viven allí.
Venezuela, me dueles
