¿Ser voluntario/a? ¡Yo no tengo tiempo para eso! o ¡ya están éstos con sus enredos!
¿Te sientes identificado/a con alguna de estas frases? Muchas veces no le encontramos sentido a lo que hacemos pero hay que hacerlo, ¿por qué esta norma para unas cosas y para otras no?
Estas preguntas que, en ocasiones, escuchamos en nuestro entorno, debemos afrontarlas desde dentro y darles una respuesta coherente, con sentido, puesto que debemos hacer ver a la sociedad que vivimos en un mundo globalizado y que estamos ante un mundo que nos interpela.
Pero es verdad, que en ocasiones te emerge un sentimiento de soledad y de sinsentido en el que necesitas ver y sentir de nuevo el horizonte, por eso, un espacio como el que nos brinda la escuela online de Entreculturas con su Curso Básico de Voluntariado de Desarrollo es muy necesario, puesto que a través de sus cuatro módulos (Motivaciones del voluntariado, Miradas a la realidad, Claves del voluntariado de Cooperación al Desarrollo y Participación y ciudadanía) vas profundizando en tus motivaciones, esas que dan verdadero sentido a nuestro compromiso de participación en una ONGD y te llevan a la acción.
Debemos abrir nuestro corazón, sentirnos y ser agentes de cambio. Necesitamos más sentido y coherencia en lo que hacemos porque ¿quién no desea un mundo donde la paz, el amor y la fraternidad sea posible para todas las personas?
En definitiva, pienso que no es cuestión de tiempo, sino de amor. Nos falta amor, un amor compasivo, tierno, delicado y liberador, amor que nos pase por el corazón, que implique la conciencia personal y que nos mueva y termine en una acción eficaz.
Sin olvidarnos, que la persona voluntaria es un ser comunitario, que actúa desde/en/con y para la comunidad. Su acción no es una acción aislada, sin conexión alguna con la comunidad a la que pertenece. Trabaja en grupo y desarrolla su labor comunitariamente; se deja interrogar por los otros y conjuntamente disciernen y estudian cómo desarrollar una acción que propicie un cambio innovador en la sociedad.
Cuando nos invade ese sentimiento de agotamiento y soledad, es muy importante realizar este tipo de cursos donde se entra en contacto con otras personas, realidades y experiencias a través de los chat, y/o dialogar, aún más, con nuestro grupo de referencia, para compartir la tarea de ser voluntario/a, saborear los momentos de esperanza y apoyarnos en medio del cansancio y de los obstáculos que se encuentran.
Mi grupo, que es la Delegación de Extremadura, es mi oasis de comunicación profunda y aliento esperanzador en la búsqueda de la construcción de una sociedad mejor para todos. Cada uno de nosotros y nosotras, desde su ámbito más cercano, enriquece a los demás y posibilita una acción más multidisciplinar (“glocal”). Todos podemos ser agentes de cambio.
Desde los grandes desafíos que se nos plantea en este mundo globalizado, las personas voluntarias sabemos que necesitamos formarnos, progresar en conocimientos, actitudes y en el saber hacer. Llevar a cabo procesos de integración e inserción y luchar contra las nuevas pobrezas requieren una formación adecuada, formación idónea para afrontar con eficacia y astucia los retos que nos presentan los tiempos actuales.
Os animo, por tanto, a realizar el próximo Curso Básico de Voluntariado de Desarrollo. No puedo terminar, sin darle las gracias a mi tutor, Gustavo, y a todo el personal que está detrás, por hacer de este curso, un espacio tan fructífero, cercano y motivador.
¡Muchas gracias!
Ana Belén Lena Cordero es profesora de Religión Católica en el IES Puente Ajuda de Olivenza (Badajoz). Voluntaria de Entreculturas y profesora acompañante de la Red Solidaria de Jóvenes de Extremadura
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