El Servicio Jesuita a Refugiados nació del amor compasivo de Pedro Arrupe, General de la Compañía de Jesús entre los años 1965 y 1983.

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En diciembre de 1979, el drama de los “Boat People” (Gente de los Botes) vietnamitas que huían, arriesgando y a veces perdiendo sus vidas, golpeó de lleno su corazón. En esas barcazas llenas de dignidades rotas y de deshumanización Arrupe vio un desafío que la Compañía no podía ignorar, sobre todo a la hora de discernir y fijar sus opciones apostólicas.